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Daniel Gascón

CONAN DOYLE ACUSA

CONAN DOYLE ACUSA

“Arthur & George” (Anagrama, 2007) está basada en una historia real: a principios del siglo XX, George Edalji, un abogado inglés de origen parsi, fue acusado de mutilar ganado en Great Wyrley y de enviar cartas amenazadoras. Edalji fue condenado a siete años de cárcel tras un proceso lleno de irregularidades e inconsistencias; pasó tres años en prisión. El caso resultó decisivo para la creación del Tribunal de Apelaciones en Inglaterra. Edalji tuvo varios defensores: uno de ellos, que empezó a actuar cuando el abogado estaba en libertad condicional, y que luchó por demostrar su inocencia y lograr su rehabilitación, fue el escritor Arthur Conan Doyle. Edalji y el creador de Sherlock Holmes protagonizan la última novela de Julian Barnes (Leicester, 1946), un relato de intriga y de juicios, que utiliza estrategias del folletín y de la novela de detectives, y que constituye una reflexión sobre Gran Bretaña, la celebridad y la justicia.

El autor de “El loro de Flaubert” (Anagrama, 1986) cuenta la vida de los dos personajes desde su infancia: Conan Doyle fracasa como médico y triunfa como escritor, se casa, viaja; Edalji es hijo de un párroco y un alumno brillante pero poco sociable, y su familia sufre una campaña de acoso que anticipa lo que les pasará más tarde. Aparentemente son muy distintos: uno es un hombre famoso, aficionado a los deportes y al espiritismo, y tiene en su madre su punto de referencia; el otro es un joven callado y estudioso, que escapa poco a poco de la influencia de su padre, ajeno a los deportes o las relaciones sociales, pero íntegro e inteligente. Conan Doyle es oftalmólogo y Edalji tiene mala vista. Los dos personajes escriben y representan dos ideas de lo británico: “Usted y yo”, dice el escritor, “somos ingleses no oficiales”. Conan Doyle cree en el honor; Edalji cree en la razón y en la ley. En la parte central del libro, ambos son víctimas de sus convicciones: la mujer de Conan Doyle enferma de tuberculosis (los conocimientos médicos del escritor no resultan útiles), y él debe hacer equilibrios durante diez años entre una esposa desahuciada, y una joven de la que se ha enamorado. Edalji se considera inglés (publica un libro sobre demandas y ferrocarriles) y desdeña las diferencias: cree en las leyes por encima de todo, pero es condenado injustamente, por culpa de los prejuicios raciales y de fallos del sistema. Pero Edalji y Conan Doyle son fieles a sus convicciones.

El proceso y la investigación, llenos de documentación, son lo más interesante de “Arthur & George”: Barnes es un narrador muy hábil, que sabe reconstruir la época y deslizar momentos de humor, que domina los diálogos y crea buenos personajes a partir de tópicos, como Maud (la hermana de Edalji), el capitán Anson o Jean, la segunda mujer de Conan Doyle. Aunque Sir Arthur tiene muchos atractivos –su actitud ante la literatura, su espíritu caballeresco y su fatuidad: la defensa que hizo de Edalji fue muy meritoria, pero presentaba algunos errores-, sus conflictos amorosos y sus aficiones esotéricas son menos interesantes que la historia de Edalji. El espiritismo, que ocupa el capítulo final del libro, estropea una novela que se lee muy bien: Barnes despide con superchería una reflexión sobre Inglaterra, sus contradicciones y la manera de superarlas que hasta ese momento defendía la integridad y la razón como instrumentos para mejorar el mundo.

Arthur & George. Julian Barnes. Traducción de Jaime Zulaika. Anagrama. Barcelona, 2007. 523 páginas.

Esta reseña apareció en Artes & Letras el 15 de febrero de 2007. El suplemento incluía también esta estupenda entrevista de Eva Cosculluela.

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