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Daniel Gascón

SALVACIÓN

1.

Eufrosina Cruz: una mujer amenazada de muerte por defender sus derechos.

2.

Mark Lilla escribe en The Stillborn God:

“[John Locke] pensaba que el estado natural del hombre sin sociedad política podría ser la paz, y que un estado de guerra no era natural ni necesario. Los seres humanos habían formado sociedades políticas, especulaba, no por un miedo sobrecogedor a una muerte violenta, sino por un deseo prudente de proteger su vida, su libertad y sus bienes: a todo esto, en su Segundo tratado sobre el gobierno (1689) lo llamó “propiedad”. Si confiamos en este apego pacífico a la propiedad, razonaba Locke, debería ser posible convencer a la gente de crear un estado que tenga poderes limitados y sea respetuoso con los derechos individuales, en el que la autoridad se distribuya entre las diferentes ramas del gobierno, con un cuerpo electo y representativo en cabeza. En un sistema político de estas características, la tolerancia religiosa aumentaría el vínculo con el conjunto de la sociedad en lugar de desafiarlo. Locke no se hacía ilusiones sobre la política eclesiástica o el sectarismo: como Hobbes, veía en ellos amenazas a cualquier orden político decente. Pero Locke también pensaba que un sistema de gobierno limitado rebajaría las probabilidades de u conflicto religioso, ya los hábitos de independencia y desconfianza de la autoridad arbitraria estarían arraigados. Si la única tarea de un gobierno era establecer compartimentos de distintos tipos de interacción humana, si ya no se dedicaba al negocio de la salvación de las almas o al de la promoción de las doctrinas de una secta, dejaría de ser un premio para los que tenían ambiciones espirituales.”

3.

 

Pese a aprobar la estupenda ley de los matrimonios homosexuales, el PSOE ha hecho concesiones delirantes a la Iglesia católica, a la que ha legitimado como interlocutor político, y siempre se ha opuesto a que España se convirtiera en un Estado laico. Ahora está decepcionado:  “La cúpula del PSOE tiene una sensación de trato injusto por parte de la jerarquía eclesiástica. En esta legislatura, el Gobierno no sólo no ha revisado el Concordato, que mantiene a la Iglesia católica en una situación privilegiada en comparación con la que tiene en otros Estados europeos, sino que ha mejorado su financiación al subir del 0,52% al 0,7% de participación en el IRPF. El Gobierno, también, ha negociado con el episcopado la asignatura de Educación para la Ciudadanía y no ha ampliado la ley del aborto, vigente desde 1985, ni ha puesto en marcha la eutanasia, pese a figurar en el programa del PSOE de 2004.” (El País, 2.1.2008) 

4.

 

"Si te maquillas, morirás".

5.

Granta cumple 100 números.

2 comentarios

Orlando -

Ahora en España:
http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu213336.htm

Ana -

Que algunas religiones busquen la salvación o liberación del alma en la muerte, perece lógico a luz de tu comentario, donde a ellas se les prefiere “libremente muertas” antes que insumisas.
Cuenta la leyenda que Dios creó al hombre y al séptimo día descanso contemplando su obra y los posibles beneficios. Al octavo día la inseguridad y el miedo del hombre lo creó a Él, corriendo éste en su creación el riesgo de perder el sentido común, dotar de poder a instituciones que controlan su conciencia, tanto como sus cuentas bancarias y olvidar por el camino que somos un ínfimo punto azul pálido en medio de la nada. Allá paz y aquí gloria.
Perdónenme la posible ofensa lo s lectores religiosos con la práctica de su credo y déjenme con su indiferencia en el limbo inexistente o en el rutilante calor de los infiernos. Eso sí, maquillada para la ocasión. Pues si algo necesitamos los que no somos de su cuerda, es que nos dejen saltar alegremente sin imponer para todos las reglas de su juego.

Te faltaría por incluir Daniel Gascó, algunos datos:

-”Desde el año 1234, y durante los siete siglos siguientes, la Iglesia católica prohibió que las mujeres cantaran en los templos. Eran impuras sus voces, por aquel asunto de Eva y el pecado original.

-En nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad, la Revolución Francesa proclamó en 1793 la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Entonces, la militante revolucionaria Olympia de Gouges propuso la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. La guillotina le cortó la cabeza.

-Medio siglo después, otro gobierno revolucionario, durante la Primera Comuna de París, proclamó el sufragio universal. Al mismo tiempo, negó el derecho de voto a las mujeres, por unanimidad menos uno: 899 votos en contra, uno a favor.

-La emperatriz cristiana Teodora nunca dijo ser revolucionaria, ni cosa por el estilo. Pero hace mil 500 años el imperio bizantino fue, gracias a ella, el primer lugar del mundo donde el aborto y el divorcio fueron derechos de las mujeres”.



El texto entrecomillado pertenece al artículo: “Paradoja andante” de Eduardo Galiano:
http://www.jornada.unam.mx/2008/01/03/index.php?section=politica&article=011a1pol&partner=rss