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Daniel Gascón

LOS FORENSES Y LA LITERATURA

LOS FORENSES Y LA LITERATURA

 

1.

Escribe Katherine Ryder:

“Tim Stinson, un profesor de inglés de la Universidad Estatal de Carolilna del Norte, está especializado en literatura medieval, y uno de los temas que le interesan es el estudio de los manuscritos antiguos como objetos físicos. En su tiempo libre, ha asistido a una escuela de libros antiguos y ha organizado talleres sobre el tratamiento digital de textos medievales. Pero a pesar de su formación, nunca ha tolerado que la mayoría de las obras medievales, escritas sobre piel animal, aparezcan sin fecha y sin autor. Es un agujero de información para alguien que dedica su vida a conservar registros históricos y a ponerlos en orden.

Hace un par de años, Mike, el hermano de Tim, que enseña biología en un community college cercano, sugirió contactar a un laboratorio para ver si podía extraer ADN animal de las pieles para determinar la fecha y el origen geográfico de un manuscrito –una tarea nada fácil, si tenemos en cuenta que cuando un animal muere, el ADN empieza a decaer inmediatamente, y que muchos de los fragmentos supervivientes de manuscritos han sido contaminados a lo largo del tiempo.

La ciencia puede producir literatura pesada, pero puede llenar con pruebas los elementos huecos de una historia. En otoño de 2007 empezó la primera ronda de pruebas. Los resultados, recogidos de sólo cinco páginas manuscritas, se han publicado en todo el mundo, desde National Geographic y Scientific American hasta periódicos en La India. Han creado tal revuelo en tanto las comunidades que ahora los hermanos Stinson trabajan para conseguir una beca mayor para financiar su investigación. (Sus dos primeras becas, de la Universidad John Hopkins y el Council on Library and Information Resources, no alcanzaban en total los diez mil dólares.) El objetivo final de los Stinsons es construir una base de datos de ADN de referencia, para fechar y localizar todos los manuscritos. El proyecto podría iluminar las rutas medievales y la evolución de la industria del libro”.

2.

Escribe Irina Titova:

“El personal del Museo del Apartamento Pushkin en San Petersburgo espera una sensación histórica si un análisis científico demuestra que el sofá del museo es el mismo en el que murió afamado escritor ruso en 1837.

Alexander Pushkin murió en San Petersburgo, el 10 de febrero de 1837, a los 37 años, tras un duelo con el francés Georges Dantes. Pushkin recibió un disparo en el estómago y murió dos días después en su casa, junto al río Moka.

Los resultados de las pruebas preliminares han mostrado que los restos de sangre hallados en el sofá pertenecían a un hombre y eran muy antiguos, asegura Yury Molin, subdirector de la oficina de análisis legal y médico del ‘Oblast Leningrado’.”

3.

Escribe Noam Cohen:

Más de 10.000 obras en Yiddish –quizá más de la mitad de lo que se publicó nunca en ese idioma- son accesibles online como parte de un proyecto conjunto entre the National Yiddish Book Center, en Amberst, Massachussets, y the Internet Archive en San Francisco. Empezaron a digitalizar hace más de 10 años, en un esfuerzo que costó 5 millones de dólares y pretendía crear la Biblioteca Digital Steven Spielberg, dijo Aaron Lansky, fundador y presidente del centro. Los libros podrán descargarse en una variedad de formatos en www.archive.org/details/nationalyiddishbookcenter.

4.

The New Observer cuenta:

“La Unión por las Libertades Civiles de Carolina del Norte presentó una demanda el martes pasado que decía que los funcionarios de la prisión violaron el derecho a la libertad de expresión de Victor Marlin, un interno que escribe novelas de temas urbanos.

La demanda dice que los funcionarios confiscaron un manuscrito de 310 páginas.

Martin, que tiene varias condenas por robo, ha escrito cuatro novelas urbanas que protagoniza un criminal, llamado Unique. Los libros pueden encontrarse en Amazon”.

5.

El diccionario Mcquaire ha escogido Toxic Debt [Deuda tóxica] como palabra del año 2008.

En la imagen, Pushkin.

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