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Daniel Gascón

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

‘El club de los estrellados’ (Tusquets, 2009), la primera novela de Joaquín Berges (Zaragoza, 1965), es una historia de perdedores y segundas oportunidades. Habla de seres que podrían ser personajes menores en otra novela y se consideran personajes secundarios en su propia vida. El protagonista, Francho, es un cartero feísimo que ha renunciado a tener una relación con una mujer. Le gusta ponerse la lencería que vendía su madre e imaginar cómo le quedaría a una chica. Su otra afición es inventar historias, contar a la gente que es un espía, un aventurero: disfruta más con las ficciones que fabrica alrededor de la vida que con la vida. El narrador, el otro protagonista del libro, es camarero y el mejor amigo de Francho. Como él, forma parte de un club de aficionados a la astronomía: el club de los estrellados.

Los dos viven un cambio profundo. Francho recibe un sobre dirigido a uno de los proxenetas más siniestros de la ciudad y puede comportarse como un héroe improbable y algo quijotesco, un paladín chapucero y entrañable que defiende a dos damas en apuros: Chelo, una puta de mediana edad, y su hija Irene, prisionera de la prostitución y las drogas. El narrador está enamorado de Hortensia, que cae enferma de cáncer. Él la cuida durante el tratamiento: es otra forma de rescate. Como el resto de los personajes del libro, incluso los malvados, Hortensia es más compleja de lo que parece; el narrador habla de su “poesía encubierta en su disfraz de funcionaria de correos”; ella también ha recibido su dosis de soledad y desamparo.

Uno de los grandes aciertos de ‘El club de los estrellados’ es lo bien que están entrelazadas las historias de Francho y el narrador. La novela tiene una estructura en espejo: en las dos tramas hay personajes secuestrados o retenidos; una contemplación de la desnudez; un conflicto entre una madre y una hija y un amante; en una transformación; en una un personaje pierde el pelo y el otro se depila.

‘El club de los estrellados’ tiene un clima y un sentido del humor que recuerdan a Almodóvar, pero también una precisión que hace pensar en David Lodge. Berges aprovecha como mecanismos narrativos aspectos del carácter de los personajes, desde la profesión a sus aficiones: eso hace su relato más económico, creíble e interesante. El narrador es un observador de las estrellas y observa a los demás personajes, y sobre todo a Hortensia, como si fueran cuerpos celestes. La música de Bach establece una comunicación entre Hortensia y el narrador. La trayectoria de Francho es un descubrimiento de sí mismo y un aprendizaje sexual: da salida a un aspecto bloqueado de su sexualidad; ese proceso psicológico es estructuralmente fundamental en la resolución de la novela.

El club de los estrellados’ es una narración casi policiaca y sentimental, y una reflexión sobre la ficción, lo trágico y lo cómico, el amor y el deseo, y lo que decimos y ocultamos a nuestros amigos. Habla del placer y el sufrimiento del cuerpo -el sexo y la enfermedad- y de nuestra capacidad para reinventarnos. Berges ha escrito con humor y elegancia una novela sobre unos freaks desvalidos que empiezan haciéndonos reír y terminan por emocionarnos.

‘El club de los estrellados’. Joaquín Berges. Tusquets, 2009. 271 páginas.

Esta reseña apareció en Artes & Letras de Heraldo de Aragón el 15 de octubre de 2009. He tomado la imagen aquí.

 

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