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Daniel Gascón

EL LATERAL IZQUIERDO

EL LATERAL IZQUIERDO

 

Alessandro Baricco escribe en Los bárbaros (Anagrama, 2008):

“Cuando empecé a jugar con la pelota eran los años sesenta y todavía no existían Moggi ni Sky. Era el único que no tenía botas de fútbol (no éramos pobres, pero éramos católicos de izquierdas), por lo que jugaba con las botas de montaña atadas en el tobillo: por eso, y según una lógica imperiosa, los mayores decidieron que tenía que jugar en la defensa. En esa época tenía yo la idea de que la vida era un deber que tenía que cumplirse, no una fiesta que había que inventar, y por eso durante años me ceñí a esa indicación categórica, creciendo con la mentalidad de un defensor y ascendiendo en las categorías futbolísticas llevando en la espalda el número 3. Era, en esa época, un número carente de poesía, si bien aludía a una disciplina enérgica e imperturbable. Se correspondía más o menos con la idea, imperfecta, que me había hecho de mí mismo.

En ese fútbol, el defensor defendía. Era un tipo de juego en el que si uno llevaba en la espalda el número 3, podía jugar decenas de partidos sin traspasar nunca la línea del centro del campo. No era necesario. Si el balón estaba allí, tú esperabas aquí, y te tomabas un respiro. El asunto te proporcionaba una extraña percepción del partido. Yo, durante años, he visto a mi equipo marcando goles lejanos y vagamente misteriosos: era algo que ocurría allí al fondo, en una parte del campo que no conocía y que, a mis ojos de defensa lateral, reproducía el aura legendaria de una localidad balnearia, más allá de las montañas: montañas y gambas. Cuando marcaban un gol, allá en el fondo se abrazaban, esto lo recuerdo bien. Durante años vi cómo se abrazaban, desde lejos. De vez en cuando incluso me dio por recorrer todo el campo para unirme a ellos, y abrazarme yo también, pero la cosa no salía muy bien: uno siempre llegaba un poco tarde, cuando la parte más desinhibida del asunto ya había terminado: y era como emborracharse cuando los demás están volviendo a casa”.

4 comentarios

duenda -

me gusta Baricco.
pero no me gusta el fútbol.
un beso.
d.

d. -

Gracias a los dos. Un abrazo.

Luisa -

Espléndida indagación de "la lejanía", del "margen". Es una de las línes de investigación más fecundas que se pueden transitar en la literatura, que al fin y al cabo siempre "mira" y por lo tanto siempre se mantiene en el lateral del campo.
Yo también quiero desearte buena suerte, pero déjanos algun textillo de vez en cuando ,anda.

Un saludo

Antonio -

¡Vaya fragmento has elegido, Dani! ¡Dan ganas de salir corriendo hacia la librería más próxima y ponerse a devorar un ejemplar!
¡Abrazos "mudito"!

PDT: Te echábamos de menos:
Espero que todo te vaya
bien por Madrid.