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Daniel Gascón

DENIS DUTTON

Recuerdo la primera vez que entré en Arts & Letters Daily (www.aldaily.com), la web que Denis Dutton fundó en 1998. Se convirtió en la primera página que miraba cada día. Es un agregador que recoge los artículos más interesantes del mundo anglosajón: sobre literatura, historia y política, pero también sobre medicina, arte o urbanismo. Puede aparecer un enlace a un texto de Naomi Wolf o de Mark Lilla, pero también al ensayo de un desconocido. Cuando escribo estas líneas, recomienda textos sobre demografía, John Cage, la literatura de Nueva York, Benjamin Franklin o los chinches. Tiene un diseño anticuado, inspirado en las publicaciones del siglo XVIII, y un espíritu ilustrado, basado en la curiosidad, el universalismo, la diversión y la razón. He aprendido mucho gracias a esa página, que fue pionera y en algunos sentidos representa lo mejor de Internet. También aprendí otras cosas de Dutton, profesor de la Universidad de Canterbury en Christchurch, Nueva Zelanda, como su interés por el plagio y la falsificación, o su trabajo en la revista ‘Philosophy and Literature’, donde organizó un premio para criticar la escritura deliberadamente oscura y escandalosamente vacua de algunos académicos. Cuando viajé a su país de adopción, leí ‘El instinto del arte’ (Paidós, 2010), donde este hombre de intereses múltiples abordaba su especialidad, la estética, desde la perspectiva de la psicología evolutiva y vinculaba el gusto por el arte con nuestra historia como especie desde el Pleistoceno: es un ensayo especulativo, con algunas proposiciones difícilmente demostrables, pero lleno de intuiciones hermosas. Dutton murió de cáncer el 28 de diciembre, a los 66 años. Supone cierto consuelo que su página siga en marcha y que su trabajo haya inspirado a mucha gente, en el papel y en la red.

Este artículo apareció en Artes & Letras de Heraldo de Aragón.

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