AMOR Y BASURA
1.
Las fronteras exteriores e interiores de la Unión Europea: Bruselas debe actuar como guardián de la democracia.
2.
Lo sorprendente es que, al mismo tiempo que la impunidad de los autócratas parece reinar, todavía hay Gobiernos disfrazados de demócratas que temen que el mundo descubra lo que realmente ocurre entre bastidores. Hay regímenes autoritarios que hacen sorprendentes esfuerzos para mantener la reputación, la “marca”, de la democracia. Y organizan costosas y arriesgadas maniobras para obtener el “sello de calidad” que confiere el hecho de ser “elegido por el pueblo”. ¿Por qué Vladímir Putin, por ejemplo, monta un tinglado tan complicado de elecciones, rotación de cargos con Dmitri Medvédev y todo tipo de gestos para parecer un dirigente democrático? Podría simplemente declararse jefe de Estado y seguir gobernando de la manera tan autoritaria como lo ha venido haciendo durante más de una década. Y lo mismo ocurre en muchos otros países. De Marruecos a Argentina, de Irán a Ecuador y de Angola a Venezuela, muchos Gobiernos se han vuelto diestros prestidigitadores políticos, que con una mano distraen al mundo con elecciones y otros rituales democráticos mientras que con la otra hacen todo tipo de trampas para concentrar poder, reprimir a los opositores y silenciar a sus críticos.
Claro que aún quedan algunos que son más sinceros en su totalitarismo: Corea del Norte, Bielorrusia, Cuba, etcétera. Pero son cada vez menos: el número de países no democráticos cayó de 69 en 1973 a 47 actualmente.
Así, la buena noticia es que existe la oportunidad de presionar a los dirigentes pseudodemocráticos que socavan las libertades en sus países; esa oportunidad está ahí para los Gobiernos y líderes de otras naciones que la quieran aprovechar. La mala noticia es que últimamente muy pocos lo hacen.
3.
The Economist sobre el UKIP y las elecciones locales en Reino Unido.
4.
Según me contó Ivan [Klíma] más tarde en una carta, durante el largo interrogatorio nocturno no les dio más que una respuesta —una sola— a todas sus preguntas de por qué iba yo a la ciudad cada primavera.
“¿Es que no leen sus libros?”, replicó Ivan a los policías.
Como es de imaginar, la cuestión les desconcertó, pero Ivan se apresuró a aclarársela.
“Viene por las chicas”.
Philip Roth sobre la vida en un sistema totalitario.
5.
Words Without Borders: Escritores que han escapado de Corea del Norte.
6.
Bangladesh, fábricas y pobreza, de Roger Senserrich: con él llegó el escándalo.
7.
Y, mientras tanto, en el mismo medio, el asombroso Isaac Rosa:
Ya digo, entran ganas de pegarle fuego a alguna oficina, pero no se lo recomiendo. Aparte de no servir para nada, encima los desperfectos los tendríamos que pagar también nosotros, que para eso Bankia es nuestra: para pagar los daños, sin tener a cambio ningún beneficio por ser dueños de un banco. Además, eso es lo que les gustaría a los de la porra, que necesitan algún incendio para su estrategia de criminalización.
Las cursivas son mías.
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