LENGUAJES Y BARRERAS
1.
El caso es que me siento mejor observando el mundo desde una perspectiva que me parece más amplia, más justa y más auténtica. Y también más original: porque sigo sin caer en el pensamiento social-cristiano que está de moda y me aparto de la monserga de la derecha salmón (esa cuyo primer orgullo es nadar contracorriente) que también lo está. Lo que no está de moda, lo que es realmente radical y original, es llegar, pasear y mirar, sin haber reservado asiento en ningún sector. Cuando se hace esto se ve que, por desagradables que sean sus abogados, hay gente que sufre, y que una de las primeras obligaciones de la política, el lenguaje y la economía ha de ser aliviar el padecimiento y mejorar la situación de los que sufren. Cuando he visto hoy en el periódico la palabra ‘domestic worker’ he pensado en las risas de muchos incorrectos de buena cuna, y les he dicho para mis adentros: si no hubierais sido tan hijos de puta no habría hecho falta cambiar hasta las palabras.
2.
Nick Cohen sobre Edward Snowden y la desobediencia civil.
3.
Mariano Gistaín: Atrapa a ese espía.
4.
Bernard-Henri Lévy escribe una carta sobre la excepción cultural.
5.
El árabe: un idioma con demasiados ejércitos y marinas.
6.
España contra sus jóvenes, por Pablo Simón.
7.
Aloma Rodríguez: Un puro entre libros.
8.
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