CHÉJOV EN BOGUÍMOVO
En el verano de 1891, Antón Chéjov alquiló una casa de verano para su familia en Boguímovo. En la década de 1890, además de viajar con regularidad a Moscú y San Petersburgo –donde tenía muchos amigos y bastantes amantes-, y de pasar varios meses en la colonia penitenciaria de Sajalín, Chéjov se dedicó a escribir para sustentar a su familia, a recibir a conocidos y novias, a fundar escuelas y a ayudar cuando las epidemias asolaban a la población. Donald Rayfield ha escrito:
“Antón estableció un régimen exigente. Se levantaba a las cuatro de la mañana, hacía café y trabajaba mientras la casa dormía hasta las once. Después paseaban, jugaban, comían, recogían setas, pescaban y descansaban. Antón volvía a sentarse a trabajar; se quedaba hasta que llegaba la noche, a las nueve. Después venían la cena, cartas, hogueras, payasadas, controversias personales y filosóficas, y visitas a los vecinos. Los lunes, martes y miércoles escribía La isla de Sajalín; los jueves, viernes y sábados, “El duelo”; los domingos componía ficciones alimenticias, como “Campesinas”, un relato de mujeres indignadas ante el relato de un viajero que les cuenta cómo condujo a la mujer de un vecino a su muerte. Mantuvo un ritmo furioso, con sólo dos o tres horas de sueño cada noche, durante tres meses, a pesar del dolor de muelas, los trastornos estomacales y la tos.”
En la imagen, la familia Chéjov con amigos. Antón está sentado y lleva una chaqueta clara.
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