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Daniel Gascón

UN ARTÍCULO DE AMOS OZ

UN ARTÍCULO DE AMOS OZ

Amos Oz ha dicho en Die Bild: “El estado de Israel está obligado a defender a sus ciudadanos. “El bombardeo sistemático de la población civil en los asentamientos israelíes es un crimen de guerra y contra la humanidad”.

Sin embargo, según Oz, Israel debe “asegurarse de que con su intervención no le hace el juego a Hamás. El razonamiento de Hamás es muy sencillo, cínico y malvado: si muere un israelí inocente, va bien. Si mueren muchos palestinos inocentes, todavía mejor”.

Amos Oz ha escrito en El Corriere della Sera:

"Más violencia no conduce a nada, salvo al empeoramiento del círculo vicioso de ataques y contra-ataques cada vez más graves y sin fin. El único objetivo de las operaciones militares de Israel en Gaza es conseguir que terminen los ataques contra sus ciudadanos y su sociedad civil. Está claro que no debe existir ningún otro objetivo que Israel pueda alcanzar con el recurso de la fuerza militar. Por otra parte, deberíamos adaptarnos a la evidencia de la profunda división existente en el campo palestino y darnos cuenta de que hoy conviven dos Palestinas: una en la franja de Gaza y otra en Cisjordania. Gaza está secuestrada por una banda de extremistas islámicos que se mueve sobre la línea de los talibanes, que recibe el sostén de Irán, que por su parte proclama la necesidad de perpetrar un gran genocidio contra Israel. Cisjordania es controlada por la Autoridad Palestina, que se ha mostrado pragmática y moderada. Dicho esto, también hay que recordar que Gaza sigue siendo un lugar de una inmensa pobreza, desesperación y miseria.

Parece, por tanto, todavía más absurdo y trágico que esta comunidad de prófugos palestinos esté controlada por un grupo de cínicos sedientos de guerra dedicados a la causa de la destrucción del estado de Israel que consideran a cualquier ciudadano israelí como una víctima más que legítima. Gaza merece algo mucho mejor que Hamás. Es indispensable que el gobierno del estado israelí haga lo posible para termine el fuego con Hamás en Gaza, pero sigue siendo pioritaria la reapertura de las negociaciones con la Autoridad Palestina en Cisjordania, y hay que redoblar los esfuerzos. Los términos del acuerdo son conocidos por todos: volver a las fronteras precedentes al conflicto de junio de 1967 con ligeras modificaciones aprobadas de común acuerdo; doble capitalidad en Jerusalén; no debe haber ningún asentamiento hebreo en el interior del futuro estado palestino, y se impone una auténtica desmilitarización en las regiones que Israel tendrá que evacuar. Sería de gran ayuda la implicación de la comunidad internacional para favorecer los acuerdos entre el estado israelí y los dirigentes palestinos

En particular, Europa puede jugar un papel muy importante animando, ayudando y dando seguridad a las dos partes llamadas a hacer concesiones dolorosas recíprocas y a sumergirse en una larga serie de riesgos. El acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina sobre estos principios es justo y posible. Y creo que, si Israel tiene el coraje de completar con éxito la paz con los responsables palestinos de Cisjordania, al final llegará también la paz con Gaza. Pero, lo repito, el primer paso debe ser un inmediato alto el fuego con Hamás, acompañado del redoblamiento de los esfuerzos por llegar a un acuerdo con la Autoridad Palestina. La alternativa es simplemente demasiado horrible como para que la tengamos en cuenta".

He tomado la foto aquí.

2 comentarios

d. -

Amos Oz ha trabajado mucho por la paz. Su libro "Contra el fanatismo" explica muy bien el conflicto -en el que hay extremismos, excesos de ambos bandos y reivindicaciones legítimas por las dos partes- y expone una solución que incluiría concesiones tanto de los palestinos como de los israelíes. La comparación me parece inexacta y desafortunada. Creo que el título del libro de Semprún es "La escritura o la vida". Saludos.

Pedro Navarro Serrano -

Palabras, palabras, palabras.

El bombardeo sistemático de la población civil palestina es también un crimen de guerra y contra la humanidad premeditado y ejecutado por un estado de ayatolas sionistas. Mientra esto sucede, los ciudadanos israelíes bienpensantes, como Amos Oz, siguen tranquilos en sus casas viendo por la televisión cuán eficientes son las bombas y los morteros que han comprado con sus impuestos, todo lo cual los convierte en apologetas de los asesinos, como los tranquilos ciudadanos de Buchenwald de los que habla Semprun en "La escritura o la muerte"