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Daniel Gascón

LIBROS

A diferencia de la mayoría de la gente que lo conoció, no recuerdo la primera vez que lo vi. Recuerdo que al principio me parecía un vikingo y lo asociaba a un libro que me gustaba: ‘Los vikingos en América’. El primer libro que me regaló fue ‘Un cuento de Navidad’ de Dickens. Me habló de ‘Dinero’, de Martin Amis. De niño, leí sus reseñas de ‘Cartero’ de Bukowski y de ‘El hombre solo’ de Bernardo Atxaga. Me explicó por qué era tan bueno ‘Catedral’ de Carver. Me recomendó ‘El indio más duro del mundo’ de Sherman Alexie: me dijo que un cuento de amor era tan bueno como los cuentos de amor de William Saroyan, y me dijo que leyera a Saroyan. En un viaje a Madrid hablamos de ‘La mancha humana’ y una noche en Zaragoza de ‘Intimidad’ de Kureishi. Cuando él estaba en Aberdeen y yo en Francia, me escribió un email sobre ‘El matrimonio amateur’ de Anne Tyler. Hablamos de Norman Manea, de Ayaan Hirsi Ali, de Joseph Brodsky, de Guy Delisle, de Lauzier, de Marjane Satrapi, de Milan Kundera, de Mario Vargas Llosa, de Natalia Ginzburg, de Leonardo Sciascia, de George Orwell, de Jean-Luc Godard, de Braulio Foz, de Ismael Grasa, de Eva Puyó, de Rodolfo Notivol, de Baltasar Gracián, de Juan José Sebreli, de Marguerite Duras, de Jorge Semprún, de Aharon Appelfeld, de Arthur Koestler, de Marcelo Birmajer, de José María Bardavío, de Antonio Pérez Lasheras, de Aurora Egido, de Ivan Klíma, de Arcadi Espada, de Claude Lanzmann, de ‘Los libros de los otros’. Fue el primero que me habló de Christopher Hitchens. Cuando iba de viaje me pedía que le trajera revistas y libros. Me regaló una edición americana de ‘Rebelión en la granja’ y una edición inglesa de ‘Los versos satánicos’, y ejemplares dedicados de ‘Felicidad obligatoria’ y ‘Cartas a un joven novelista’. El último libro que me regaló es una edición alemana de Charles Dickens: ‘Tiempos difíciles’.

Este texto ha salido en Artes & Letras de Heraldo de Aragón.

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