LAS PASIONES INTELECTUALES
Tony Judt murió en 2010 a causa de una esclerosis lateral amiotrófica. La enfermedad, diagnosticada dos años antes, le había paralizado de cuello para abajo. Desde 2009, su amigo Timothy Snyder, especialista en la historia de Europa del Este y autor del admirable ‘Tierras de sangre: Europa entre Hitler y Stalin’ (Galaxia Gutenberg, 2011), visitaba la casa de Juddt para charlar una vez por semana. ‘Pensar el siglo XX’ (Taurus, 2012) es el resultado de esas conversaciones: un repaso a la trayectoria vital e intelectual de Judt y una reflexión sobre la historia de Europa.
Cada capítulo va introducido por un texto de tono memorialístico; después Snyder conduce la conversación hacia un plano más general. Por muchas razones, la biografía de Judt es un buen punto de arranque para ese examen del siglo XX. Nació en Londres en 1948 y descendía de judíos del Este de Europa. Estudió en Cambridge y se especializó en la historia de la izquierda francesa. Viajó a Israel (persiguiendo a una chica) y participó en la guerra de los seis días. Lo sedujo la utopía del kibbutz, pero descubrió “que el sueño del socialismo rural era solo eso, un sueño”. Más tarde sería muy crítico con Israel. Aunque al principio había escrito sobre temas relativamente concretos y locales, desarrolló un gran interés por Europa del Este. Era un hombre de la generación del 68 que descubrió que el auténtico movimiento a favor de la libertad se había producido al otro lado del muro. Estudiar la oposición al totalitarismo de Kołakowski o Miłosz y conocer a disidentes de la Europa comunista le enriqueció como historiador y amplió su mirada: “La perspectiva de Kołakowski –la de que el marxismo, especialmente en su pleno apogeo, merecía atención intelectual pero estaba desprovisto de perspectivas políticas o valor moral- iba a acabar convirtiéndose en la mía”. La fascinación por el liberalismo de la Europa oriental y la tarea moral de los intelectuales serían elementos fundamentales de libros como ‘Pasado imperfecto’ (Taurus, 2007), ‘Sobre el olvidado siglo XX’ (Taurus, 2008) y su obra maestra ‘Posguerra’ (Taurus, 2006).
Las aristas del personaje –el judaísmo, la educación inglesa y la influencia de la cultura británica, Oriente Medio, los amores y los matrimonios fracasados, el papel del historiador, el valor de cohesión de la alianza de la socialdemocracia y la democracia cristiana, el error identitario de la izquierda- se vinculan con hechos históricos que Judt ha tratado en sus libros. ‘Pensar el siglo XX’ tiene un aire de revisión o de cara B de esos textos: Judt y Snyder comparan a los escritores comunistas y fascistas; repasan la dimensión intelectual de la guerra fría, que para ellos tuvo lugar sobre todo dentro de la izquierda; evalúan a Koestler, Orwell y Léon Blum; hablan del Imperio Austrohúngaro y del franquismo, de Estados Unidos y de la Unión Europea; de Hayek y Keynes. Dice Judt: “El siglo XX no fue necesariamente como nos han enseñado a verlo. No fue, o no fue solo, la gran batalla entre la democracia y el fascismo, o el comunismo y el fascismo, o la izquierda contra la derecha, o la libertad contra el totalitarismo. Mi percepción es que durante gran parte del siglo nos dedicamos a debatir, implícita o explícitamente, sobre el surgimiento del Estado”. Y: “Los grandes vencedores del siglo XX fueron los liberales del siglo XIX, cuyos sucesores crearon el Estado del bienestar en todas sus posibles formas”.
Aunque es un interlocutor respetuoso, Snyder conoce mejor algunos aspectos de Europa del Este y cuestiona algunas de las posiciones de Judt. Buena parte del encanto del libro reside en la sensación de escuchar a dos personas extremadamente inteligentes. Como en cualquier conversación, cierto desorden y observaciones improvisadas y marginales proporcionan algunos de los mejores momentos.
Menos emocionante que ‘El refugio de la memoria’ (Taurus, 2011), ‘Pensar el siglo XX’ es un libro irregular, pero superior al sobrevalorado ‘Algo va mal’ (Taurus, 2010). Judt es más convincente en su análisis del pasado que de la actualidad y a veces tiene una visión exagerada de su propia iconoclastia: desmonta algunos tópicos, pero en otras ocasiones encaja en cierto prototipo de intelectual progresista en Estados Unidos más fácilmente de lo que él piensa. Su tono displicente es divertido, pero en ocasiones resulta injusto: a menudo, tiene razón al señalar los errores de sus adversarios, pero casi nunca considera que puedan equivocarse de buena fe. ‘Pensar el siglo XX’ habla de asuntos que nos resultan casi lejanos y de otros que nos acompañan todo los días: en ambos aspectos resulta iluminador, lleno de observaciones interesantes y de una pasión contagiosa.
Tony Judt con Timothy Snyder. Pensar el siglo XX. Traducción de Victoria Gordo del Rey. Madrid, 400 pp.
Este artículo ha salido en Artes & Letras de Heraldo de Aragón. He tomado la imagen aquí.
3 comentarios
Jorge M. -
granados -
(22 DE XUÑO DE 1941)
Grover Furr
O 22 de xuño de 1941 o exército de Hitler invade a Unión Soviética.
Durante varios meses o Exército Vermello retrocedeu. En outubro, e de novo en decembro, o Exército Vermello contraatacou, empurrando as forzas fascistas. Esta foi a primeira vez que as forzas lideradas polos nazis foron paradas: británicos e franceses foron rapidamente derrotados pola Wehrmacht (exército alemán).
A URSS foi invadida non só polos alemáns. A maior parte de Europa, ocupada polos alemáns, achegou as súas materias primas e os seus recursos industriais e humanos á invasión. Unidades militares de case todos os países europeos loitaron no bando do exército nazi. Por tanto, é mellor referirse ás forzas de Hitler como as forzas Fascistas.
Finlandia, Romanía, Hungría e Italia tamén declararon a guerra á URSS e empregaron numerosas forzas na invasión. Estes mesmos exércitos colaboraron nos asasinatos masivos de cidadáns soviéticos, uns 15 millóns, entres eles 4 dos 6 millóns de xudeus asasinados polos fascistas.
O Exército Vermello enfrontouse ao 80% de todas as forzas fascistas (alemáns e aliados), moitos máis do que fixeron os aliados occidentais. Morreron máis soldados soviéticos durante a toma de Berlín que soldados estadounidenses en toda a guerra.
O Exército Vermello salvou Europa do fascismo.
Os aliados occidentais esforzáronse por axudar a Hitler a conquistar a Unión Soviética. Hai unha enorme cantidade de probas disto. Os máis coñecidos exemplos son este:
- A traizón de Múnic de outubro de 1938, en que británicos e franceses deron a democrática Checoslovaquia a Hitler sen tan sequera informar o Goberno checoslovaco (primeiro o sueste e despois de marzo de 1939 todo o país). O Banco de Inglaterra inclusive transferiu as reservas de ouro checoslovacas a Hitler!
- A negativa do Goberno británico, en agosto de 1939, a asinar un tratado de defensa mutua coa Unión Soviética contra a Alemaña nazi, o que garantiu a vitoria de Hitler contra Polonia en setembro de 1939.
- A negativa de Inglaterra e Franza a defenderen Polonia cando Hitler a invadiu o 1 de setembro de 1939, a despeito do seu tratado con Polonia de defensa mutua.
- A guerra falsa desde setembro de 1939 a maio de 1940, cando Franza e Inglaterra, malia estaren formalmente en guerra con Hitler, se negaron a loitar contra as súas forzas.
- A tentativa inglesa e francesa de enviaren un exército para loitar contra a URSS no bando da Finlandia proxermana durante a guerra ruso-finlandesa que tivo lugar entre decembro de 1939 e marzo de 1940.
granaados -
Snyder no es el autor de un admirable "Tierras de sangre" sino de un panfleto antisoviético digno de los mejores tiempos del III Reich ó de la Guerra fría.
Lo peor es que es probable que Snyder sepa que miente y manipula deliberadamente.
Leánse al respecto los artículos siguientes, uno de ellos de un historiador experto en la "shoah":
.Dovid Kotz:"Why red is not brown in the baltic?.Unhappily ,Timothy Snyder's historical reassement of the nazi soviet pact coincides with baltic ultranacionalist agenda"(The guardian,10-September-2010).
.Grover Furr:"I protest the appearence of professor Timothy Snyder"( 18-04-2012, grover furr home page).
El profesor Grover furr califica a Snyder como"the most blatant falsifier of history now active in mainstream academia".
saludos.