VIDAS IMAGINARIAS
“Juegos de niños” (Salamandra, 2007) es el quinto libro de Tom Perrotta (Garwood, Nueva Jersey, 1961), y cuenta la historia de un grupo de personajes que viven en un barrio residencial de Estados Unidos, poco antes del once de septiembre, y que buscan una manera de reinventar sus vidas. Los protagonistas son dos padres a tiempo completo en una comunidad centrada en la crianza de los hijos: Sarah fue feminista en su juventud y ahora cuida con desgana de Lucy, una hija que a veces “parece un personaje de Dostoievsky”; Todd fue una estrella atlética escolar, pero todavía no ha aprobado el examen para ser abogado: en vez de ir a estudiar mira a los adolescentes que van en monopatín. Las madres del parque observan a Tom, que es guapo y disfruta cuidando a su hijo; un día, Sarah se atreve a hablar con él, y se besan. Las compañeras de Sarah (sobre todo Mary Ann, que practica sexo conyugal los martes a las nueve de la noche) se escandalizan; a Todd le parece vivir una fantasía, y no puede evitar obsesionarse con Sarah, que no es tan guapa ni tan perfecta como su esposa Kathy, directora de cine, “el tipo de mujer que siempre te sorprendía por ser tan encantadora como la recordabas, aunque en su ausencia eso no pareciera posible”. Sarah evita a Todd unas semanas, pero luego va a buscarlo a la piscina con Lucy,
En “Juegos de niños” todos buscan una escapatoria: Todd se refugia el sexo, pero también renace jugando partidos nocturnos de football americano; Sarah compra un bikini rojo y se dedica a vivir un sueño romántico, que le hace defender a Emma Bovary en el club de lectura (“Hay algo hermoso y heroico en su rebeldía”, dice, después de que Mary Ann la defina como “una furcia”) y espiar a la mujer de su amante; su marido Richard olisquea las bragas que le ha mandado Slutty Kay, una prostituta que descubre en Internet; Kathy quiere que Todd se haga abogado para poder dejar la televisión y dirigir películas; Larry, un policía retirado tras matar a un adolescente, se obsesiona con Ronnie, un pedófilo que regresa al barrio y que vive con su madre.
A veces parece que los personajes corran tras un espejismo; algunos sólo empeoran su situación. Cuando Todd le dice a Sarah que “la gente sobrestima la belleza”, ella piensa: “Sólo alguien que da por sentada su propia belleza podría decir en serio algo tan escandalosamente estúpido”.
Uno de los aciertos de “Juegos de niños” es el uso de elementos cotidianos: el barrio residencial con los parques, la instalaciones deportivas, la piscina donde Todd, Sarah y sus hijos se reúnen (en la que un día la presencia de Ronnie desata un escándalo), la iglesia y el club de lectura, las conversaciones de las madres y los entretenimientos infantiles, y los pequeños detalles que revelan una infidelidad. “Juegos de niños” es una novela divertida y bien construida, que trata a sus protagonistas con compasión. Aunque algunas historias tienen más fuerza que otras, todos los personajes tienen sus razones y sus recovecos: Perrotta muestra las dos cualidades que admira de su ex profesor Tobias Wolff : “escritura humorística y seriedad moral”
Tom Perrotta. Juegos de niños. Traducción de Luis Murillo Fort. Salamandra. Barcelona, 2007. 317 páginas.
Esta reseña apareció el 26 de abril de 2007 en Artes & Letras. Aquí , la película basada en la novela. Y una comparación . La fotografía es del filme de Todd Field.
2 comentarios
maria -
¡felicidades anton !
Carlos Atanes -
Un saludo.
Carlos