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Daniel Gascón

LOS DESASTRES DE LA GUERRA

LOS DESASTRES DE LA GUERRA

 

El general, pintor y grabador Louis-François Lejeune (Estrasburgo, 1775-Toulouse, 1848) participó en las batallas más importantes de su época: estuvo en Valmy, Marengo, Austerlitz o Moscowa. Sus cuadros se han convertido en la representación más célebre de muchos de esos combates.

Lejeune también estuvo en el segundo asedio de Zaragoza, en el invierno de 1808-1809, y lo contó en “Los sitios de Zaragoza” (Institución Fernando el Católico, 2009), el único libro que publicó en vida y el texto más extenso que dedicó a una operación militar. Carlos Riba lo tradujo en 1908, y ahora Pedro Rújula ha corregido las alteraciones de esa versión: donde Lejeune utilizaba expresiones como “extrema superstición”, “fanatismo” y “falsos milagros”, el texto en castellano decía “sentimentalismo religioso”, “sentimiento” y “creencias milagrosas”. Rújula también ha escrito un documentado prólogo que ilumina el texto y el personaje.

Aunque Lejeune llegó a Zaragoza el 20 de enero, también cuenta el primer sitio y los preparativos del segundo. Su relato explica claramente los movimientos de las tropas y la geografía la ciudad. Pero también está salpicado de episodios ficcionalizados, y de referencias a sucesos históricos y legendarios: Lejeune compara el avistamiento de Zaragoza con la llegada de los cruzados a Jerusalén, y asegura que el sitio tiene similitudes con los de Sagunto y Numancia.

Lejeune insiste en las dificultades del ejército francés y habla de las leyendas sobre los tesoros que guardaba la ciudad. Reconoce el heroísmo de los zaragozanos con una mezcla de admiración y espanto: “En esta capital de Aragón, el amor a la libertad, a la religión, el sentimiento de la nacionalidad han hecho de cada ciudadano defensor voluntario de su hogar y unas víctimas inmoladas al honor de la patria”. Critica la actuación de los dirigentes de los aragoneses, que se empeñan en continuar la lucha cuando se ha extendido una epidemia, no hay refuerzos y todo está perdido. Palafox aparece como un propagandista embustero y sin experiencia militar. El padre Basilio Boggiero sale peor parado: “de corazón feroz y sin piedad”; “atroz verdugo de Zaragoza”; “energúmeno”. Lejeune señala el papel de las mujeres en la lucha y en el auxilio a los heridos, y la “despótica” influencia que ejerce sobre ellas un clero belicoso: un cura presume de haber degollado a 17 franceses.

“Los sitios de Zaragoza” es un libro sobre la barbarie de la guerra. Lejeune habla de los combates que se libran bajo tierra, de los ahorcamientos en Zaragoza y las matanzas de civiles, de las casas incendiadas para evitar el avance de los franceses, los disparos desde los tejados y desde los boquetes que acababan de abrir los cañones del enemigo. Los franceses utilizan los cuadros y los libros de las bibliotecas saqueadas para encender fuego o para construir parapetos: “Muchos de nosotros debemos la vida al espesor del volumen de tal o cual santo cuya piedad no habíamos soñado en imitar”. “Los sitios de Zaragoza” es un testimonio único de un episodio terrible, en el que los zaragozanos se acostumbraron a caminar sobre los cadáveres esparcidos por las calles que recorremos todos los días.

"Los sitios de Zaragoza". General Lejeune. Edición y prólogo de Pedro Rújula. Institución Fernando el Católico, 2009. 180 páginas.

Esta reseña apareció el 30 de abril en Artes & Letras de Heraldo de Aragón. En la imagen, "Episodio del sitio de Zaragoza: asalto al monasterio de Santa Engracia" (1824), de Lejeune, que resultó herido en esa refriega.

 

1 comentario

Anónimo -

Estimado Daniel,

La edición digital de ayer del diario EL PAÍS recoge una entrevista que quizá pueda interesarle a Jeff Halper, director del Comité Israelí contra la Demolición de Casas (ICAHD).

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Palestina/laboratorio/pruebas/militares/Israel/elpepuint/20090501elpepuint_5/Tes

La entrevista no la firma Juan Miguel Muñoz,sino Patricia Blanco, cuya imparcialidad supongo que también podrá poner en duda a partir de la inclusión de algunos de sus artículos en webs árabes, así como en diarios digitales conservadores, como "Periodista Digital", y hasta en los 40 principales.

Atentamente,
Pedro Navarro Serrano