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Daniel Gascón

CINISMO

Saramago había publicado varios libros en una editorial de Berlusconi. Cuando la editorial no publicó un texto que atacaba al primer ministro italiano, la prensa denunció la censura que sufría el narrador, que no había tenido reparos en cobrar de un tipo al que detestaba. Belén Gopegui ha sacado en Mondadori ‘Acceso no autorizado’, un thriller protagonizado por una vicepresidenta que intenta nacionalizar la banca y evitar que su jefe vire a la derecha, mientras un ministro del interior conspira contra ella. La chapucera intriga parece una versión conspirativa de los últimos meses de Fernández de la Vega en el gobierno, con una prosa tan pesada que mandaría a un colibrí al fondo del Pozo de San Lázaro y unos diálogos en los que hasta los hackers parecen personajes de western crepuscular. Con la actualidad mal digerida en las novelas pasa como con las televisiones: al salir de la tienda, valen la mitad. Gopegui, que defiende la dictadura castrista y dice que en España no tenemos una democracia de verdad, justifica su paso a un gran grupo editorial: “en un mundo capitalista todas las empresas lo son. Precisamente luchamos por ese motivo, para no tener que entregar nuestro esfuerzo a unas lógicas que no compartimos. Wu Ming (…) decía que es mejor estar dentro y contra que fuera, porque no hay fuera, de momento. En todo caso, a veces he contado en mis libros que en las contradicciones hay grados, no son lo mismo veinte contradicciones que cincuenta. No escribiré a favor de Berlusconi, ni asistiré a homenajes o a su entierro, ¿es suficiente? No, lo único suficiente es luchar cada día para que este sistema cambie”. No me gustan sus ideas. Pero casi me conmociona más su cinismo: el de quienes, como decía Groucho Marx, siempre toman bebidas caras, excepto cuando pagan ellos.

Este artículo apareció en Artes & Letras.

2 comentarios

lliberal -

redonda y cuadrada, también.

academos ya con saramagos y gopeguis, por trombicón y satiricón! viva randt y fukayama.

ahora sólo le falta un postito suyo con una buena defensa de la energía nuclear (después de la que ha caído)y le prometo que le digo a mi editor jefe que le llame para darle una columna diaria en un periódico muy serio y muy redondo.

o -

redonda